El texto de Juan Acevedo (Para Hacer Historietas. Editorial
Popular. Madrid. 1992), que será la única bibliografía obligatoria, fue escrito
“entre julio de 1975 y agosto de 1976” (1992: 11) y debemos ubicarlo en las
condiciones de producción del período de estudios y prácticas en América Latina
que, en la asignatura Comunicación y Trabajo Social denominación de “la
comunicación alternativa, popular” y/o educativa. Las experiencias a partir de las cuales Juan
Acevedo escribió el libro fueron talleres de Historietas realizados, en esas
mismas fechas, en la Villa El Salvador de Perú, “una de las poblaciones
marginales que rodean la capital de Perú” (1992: 11). Tengan en cuenta que esta línea de
investigación y trabajo es predominante en la Argentina de los ochenta, que
sale de una dictadura, en otros países de América Latina (en países como Perú o
Brasil, el proceso comienza antes).
En el marco de la comunicación popular y alternativa el
texto plantea objetivos para el Taller de Historietas, que hoy podemos pensar
que era razonable que se plantearan en las circunstancias de ese período, pero
inverosímiles en vista a lo que se ha avanzado en las prácticas y estudios
desde entonces. Por ejemplo, respecto del
objetivo central de “ofrecer el lenguaje de la historieta para liberar la
expresión y con ello hacer posible la concientización” (1992: 13), hoy plantearíamos que la utilización de la
historieta, que el aprendizaje de su lenguaje, puede realizar algunas
contribuciones al trabajo comunitario de Trabajadores y Comunicadores Sociales,
a las necesidades de las comunidades, pero de ninguna manera que él mismo simplemente
“libere la expresión”, proceso mucho más intrincado y complejo, que no se da
simplemente por apropiarse del lenguaje que es “ofrecido”. Tampoco la historieta ni ningún taller va a
“hacer posible la concientización”, cuestión más compleja aún que liberar la
expresión. Además no se aclara
suficientemente cómo y en qué dirección se estaba pensando esa concientización. De hecho un taller que terminé con una
publicación de quinientos ejemplares (una tirada importante para el mercado de
la historieta actual) no suele ser lo más conveniente, suelen ser más útiles
objetivos más humildes.
Por otra parte Juan Acevedo plantea “Quedaba en claro, que
el dibujo por «por la práctica» y para la práctica era algo de convertirse en
un bien común.” (1992: 13) En nuestro
Curso Libre Historieta en Intervención comunitaria consideramos que debemos ser
menos pretenciosos y, además, tener en claro que no se trata simplemente del
dibujo y su práctica, sino de HACER HISTORIETAS, en términos más técnicos de la
utilización de la narrativa secuencial en cuadritos (viñetas, que se continúan en
el sentido de lectura occidental), utilizando dibujos y textos (en globitos de “habla”,
en globitos de pensamientos, en textos de apoyo…), etc., son herramientas que,
según su aplicación, circunstancia, tiempo y lugar, pueden ser útiles para el
trabajo comunitario y puede convertirse en una herramienta útil en procesos de
comunicación (puesta en común) que sean parte de procesos de organización, de
trabajo, etc. En términos más sencillos se
trata de utilizar el lenguaje con que se
narra en historietas, DE HACER HISTORIETAS.
En otras entradas revisaremos distintas situaciones en las
cuales la historieta, usada por los técnicos (Trabajadores, Comunicadores), por
los técnicos y miembros de la comunidad, por los miembros de la comunidad…
puede convertirse en un herramienta útil como parte de la resolución de
problemas y consecución de objetivos.
Se preguntarán, después de las observaciones realizadas, por
qué usamos como bibliografía el libro de Juan Acevedo. Teniendo en claro que la realización de
talleres de historietas es una de las alternativas posibles -cuya razonabilidad
dependerá de las circunstancias, necesidades, demandas, etc.- el libro PARA
HACER HISTORIETA es un instrumento útil para aprender los rudimentos del
lenguaje de la misma y poder realizarlas en nuestro Curso, sin necesidad de ser
dibujantes, partiendo del hecho de que cualquier grupo puede llegar a hacer los
dibujos que formen parte de la narración a través de historietas. Los otros libros disponibles, la mayoría incluidos
en la bibliografía, resultan demasiado teóricos o dirigidos a quienes pretenden
llegar a lograr un dibujo profesional.
No hace falta tener buenos dibujantes para hacer historietas
que resulten aportes al trabajo social.
Iremos buscando, en cuanto sea necesario, formas simples, que formen
parte de una narrativa que va, ya lo decía, mucho más allá del dibujo.
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